martes, 7 de agosto de 2007

La soledad

Ayer me paré a mitad tarde a tomar un cafe, algo rápido sin pretensiones, un simple sanwich y un café. Fui a una de esas cafeterías asépticas, todas iguales, de esas que tienen el menú fijado, donde nada se deja a la imaginación, un local donde lo único que ofrecen es una calidad estable, un precio idéntico, una limpieza aceptable, pero que a cambio no tiene el mas mínimo interés: todos son iguales.

Delante de mí, en la cola para pedir, había una señora mayor de edad para mi indefinida, pero no creo que menos de ochenta años.

Entabló una conversación con la cajera del restaurante sobre su necesidad de pedir después de su vaso de leche un poco de agua para tomarse una pastilla. Pense que si yo lo necesitara tardaría no más de unos segundos en pedir ese vaso de agua, pero esta mujer, quiso explicar que tomaba tres pastillas, que tenia que ir con cuidado de no equivocarse, que a veces se le olvidaba.

Otra cajera, la sonrió, salió de su caja, la llamo por su nombre y le ayudo a llevar la bandeja con su vaso de leche a una mesa, la señora le dio las gracias y se puso a leer una revista que llevaba en su bolso.

Mas que una pastilla, lo que esta mujer necesitaba era un minuto de atención.

Me asuste ante la posibilidad de que yo mismo, en un futuro, me encuentre solo, sin nada que hacer, aburrido, sin fuerzas para emprender una actividad que me llene. ¿Cuánta gente hay sola o sin ambiciones o sin un motivo para levantarse día a día?. Quizás la motivación de esta mujer era leer su revista con su vaso de leche, quizás es la mujer más feliz de la tierra.

Sin embargo, yo, ayer, me asuste ante la idea de estar solo.

3 comentarios:

Jo mateixa dijo...

Si sientes cerca la soledad es porque sabes lo que es estar lejos de ella y por ello deberías sentirte privilegiado.

Anónimo dijo...

Por ser como eres no creo llegaras a sentir esa soledad que tanto temes, porque se aprende a quererte pronto, trotador de mundos incorrectos.
Un besote peasito de mi corasón.

una

Anónimo dijo...

Pues según cuentas, a mí lo que me llama la atención es el trato humano y cordial que se le dispensa a esta señora, (la cual evidentemente, como todas las señoras mayores, necesitan atención y "machacan" al primero que les escucha de buen grado, o por educación-obligación como la cajera), a pesar de haber descrito la cafeteria, como aseptica, igual a las otras, sin mínimo interés....ya existe para mí algo que la hace distinta al estereotipo que narras de local frío e impersonal.