Lo que cuenta la gente...

Fue Fernando de Magallanes quien en su famoso viaje hacia el entonces llamado “mar del sur” ahora conocido como pacifico, quien descubrió la isla de Guaján. Esta isla que casi nadie conoce, fue española, desde su descubrimiento hasta la guerra hispano-estadounidense que como todo el mundo sabe, perdimos de modo desastroso a finales del siglo XIX.

Perdimos en esa guerra Guaján, Filipinas, Cuba, Puerto Rico y los archipiélagos de Marianas y Palaos y algo más que seguramente me dejo. Curiosamente los Yankees usaron con mucho tino en el contexto internacional, su clásico chollo de decir que iniciaron la guerra con el argumento de que preparaba a las naciones subdesarrolladas para la democracia. Lo que hizo en realidad era anexionarse territorios y dominar otros.

Volviendo a Guaján, esta isla sobrevive en la actualidad gracias al turismo principalmente proveniente de los estados continentales de EEUU, japoneses, coreanos y chinos, y que con 20 grandes hoteles, una galería DFS, el acuario Pleasure Island, y otros destinos de compras y diversión convierten en la mayor ciudad turística de Asia. Y sobre todo sus mayores ingresos proceden de las bases yankees afincadas en la isla.

La población es fundamentalmente católica, producto del trabajo de Magallanes que llevo a los chamorros y Guanameños de la isla la verdadera fe (¿se nota la ironía?) y las leyes son las aplicables a los territorios de ultramar de los Estados Unidos.

Todo este rollo me sirve para argumentar que la famosa leyenda que en la isla de Guaján existe el oficio de “desvirgador de vírgenes” porque está prohibido casarse a las mujeres vírgenes es más falsa que una moneda de madera de euro y medio. ¿Se me ha olvidado decir que Guaján se llama Guam desde la invasión de los EEUU?

Y dicho esto, vamos al tema, decía mi padre, que de lo que te digan no te creas nada, de lo que veas la mitad no te la creas y la otra mitad la verificas. ¡¡Cuanta razón tiene el abuelo!!. A menudo en internet y por mail, corren historias como la de nosequien que necesita un pulmón por que si no lo tiene en 7 días se muere pero el mail va de buzón en buzón desde 1998 o leyendas que si agregas a miexnovia@hotmail.com en el Messenger te meterá un virus y te pegara una gonorrea galopante. O las mejores, la de ese niño con noseque enfermedad incurable que colecciona postales y el crio, sano como una pera, su familia y el sufrido cartero llevan recibiendo postales de incautos desde hace dos décadas…. El cachondo que promovió el tema aun se estará descojonando.

Son las leyendas urbanas, conocidas cuando es internet el medio de transmisión como Hoax en resumen es un intento de hacer creer a un grupo de personas que algo falso es real. Las leyendas urbanas son historias extravagantes y fantásticas, pero lo suficientemente verosímiles, que circulan de boca en boca, adquiriendo así y sólo por ese hecho datos nuevos y matices personales de quien lo cuenta, como si se trataran de hechos verdaderos que tuvieron lugar en algún momento y sitio determinados. ¿A qué os cuento algunas y seguro que las conocéis? ¿A que en algunas de ellas pensáis…¡¡si esto es verdad!! me lo conto fulanito? ¿A que algunas de ellas os la habéis creído?

Os pongo a modo de titular las más famosas:

• El tabaco marca camel lleva marihuana
• Con un kilo de fundas de paquetes de tabaco regalan una silla de ruedas
• Una chica que se fue de despedida de soltera quedo embarazada por el stripper… negro naturalmente.
• La niña de la mermelada, el perro y Rikky Martin.
• En Catalunya entras a un bar y si no sabes hablar catalán no te atienden excepto a la hora de pagar.
• Las famosísimas coincidencias entre las muertes de Lincoln y Kennedy
• El Messenger se acaba.
• El asejere es satánico y los teletubbies son gais
• Cocodrilos en las alcantarillas
• Larvas de cucarachas en los sobres de correos.
• El rey motorista y solidario
• Arañas en los troncos del Brasil
• El que liga en una discoteca y le roban un riñón
• En noseque curva se aparece una mujer autoestopista que es un fantasma.

Y por supuesto, en Guam existe el oficio de desflorador de vírgenes.